Infidelidad aquí, infidelidad allá, la palabra se dice una y otra vez, pero, ¿sabemos lo que hay detrás de esta palabra?
A lo largo de la historia se han realizado diversos avances en el campo de la psicología de la infidelidad y claramente demuestran que es un asunto común en las parejas, aun cuando la sociedad rechace este fenómeno con ciertas normas morales.
Un estudio realizado en Puerto Rico demostró que ser infiel es más placentero para los hombres, debido a que se involucran más en relaciones extramaritales o fuera del noviazgo, ¿por qué? El sujeto busca mayor variedad sexual y diversidad en sus fantasías, y no es que en este artículo se pretenda poner a las mujeres en un altar y a los hombres en el limbo, pero es que en el estudio realizado, el 52% de los hombres fueron infieles en su última relación… Aunque, las mujeres se quedan atrás por muy poco, el 48% de ellas son infieles a su pareja actual.
Visualicemos el campo, por lo menos más cercano, en nuestro país. En México el primer lugar de infidelidad lo ganan las mujeres, algo que a muchos podría sorprender. ¿Por qué se da esto? Durante muchos años el machismo ha prevalecido, está implantado en la estructura del inconsciente; a lo largo de la historia se ha escuchado que el hombre, entre más mujeres tenga, más hombre y macho es, a diferencia de la mujer, que en cuanto se le descubre una infidelidad, es tachada de prostituta.
Aunque mucho se rechaza la infidelidad en la sociedad, un sinnúmero de personas ha incursionado en este camino; hombres y mujeres, a quienes les agrada tener relaciones sexuales con diferentes personas –seguro que muchos pegarían el grito en el cielo con los porcentajes–, pero cabe destacar que la mayoría no ve afectada su relación formal, y es que muchos creeríamos: “si nos van a ser infieles, pues ¿pa’qué le dicen a uno?” .
Las mujeres no andan tan “libres de pecado” en estos temas, ¿verdad?, y es que pensar que todos los hombres son cortados por la misma tijera, es uno de los principales factores para que el pensamiento sea colectivo y continuamente se apunte al varón como el infiel, por el sólo hecho de ser hombre, y sinceramente ya no se sabe si lo dicen por machismo o mera justificación.
En esto de la infidelidad, el sexo y la orientación sexual es lo de menos, cuando quieres a una persona no hay necesidad de buscar a otras; y cuando andas de infiel, pues mejor hablar con la verdad desde el inicio y que sea algo de común acuerdo… La cosa es como diría el viejo dicho: “podrás mentirle a los demás pero a ti, jamás”, y pobre de aquel o aquella a quien cachen en la movida, porque lo que sí es verdaderamente variado son los métodos de venganza y desquite, aunque ahí también se inicia el viejo juego del “tú me haces, yo te hago” (cuento de nunca acabar y mucho sufrir).
Ahora que sabemos todo esto, estaría bien pensar dos veces antes de serle infiel a nuestra pareja.