El Consejo de la Comunicación ha oficiado los comerciales “Lee 20 minutos al día” con campañas enormes e invitados especiales, entre músicos y autores, pero México sigue posicionado como uno de los países con menor lectura en el ranking mundial. ¿Será que no basta con pedirle al público que lea 20 minutos al día?
Actualmente, países como India, Tailandia y China presentan el índice de lectura más avanzado; mientras que en México el 35% de la población no ha leído un solo libro en toda su vida (según la Encuesta Nacional de Lectura, realizada por la Fundación Mexicana para el Fomento de la Lectura, en el 2012). Entonces, ¿qué le falta a México por hacer para que sus lectores aumenten? ¿Acaso podemos culpar al estatus social? No lo creo.
En el 2012 un precandidato a la presidencia con un nivel de licenciatura no pudo mencionar tres libros y autores que marcaron su vida…
La población mexicana asciende a 116 220 947 millones de habitantes, de los cuales, según el estudio “Panorama del Libro Digital en México”, cuatro de cada diez mexicanos han pisado una librería. En el 2006 el promedio anual de lectura equivalía a 2.6 libros por individuo, la cifra llego a 2.9 en el 2014… Lo importante es que la cifra se mantuvo, ¿no?
Considerando que la mitad de la población posee entre uno y diez libros en el hogar, que lee sólo 5.5 horas a la semana (en India dedican mínimo 10.7 horas a la semana para leer), que está en el lugar 107 de 108 países en el estudio “Hábitos de lectura”, que el 13% de la población jamás ha leído un libro, que el 70% de los mexicanos lee menos o lo mismo que antes… sí, considerando esto, supongo que cada estudio y encuesta es evaluado –digo, uno esperaría eso–, pues para dar solución a las problemáticas de la lectura en el país, los resultados tendrían que analizarse minuciosamente y no dejarlos olvidados cada cambio de administración y gobierno.
Y aunque el señor presidente sea un claro ejemplo de que la clase social a la que se pertenece no es ventaja para leer inacabadamente, la Casa del Libro en México indicó que el índice de acceso a la lectura es más fácil en los estados con mayor ingreso per capita; o sea, que es más fácil conseguir un libro en el Distrito Federal, que en Chiapas, el estado con mayor rezago educativo, de infraestructura y económico.
Entonces, ¿de qué nos sirven las campañas, estudios y encuestas que sólo buscan cumplir con el requisito de emitir sus maniobras y no darle soluciones a la problemática?